Esta pieza está hecha en barro negro bruñido, trabajada a mano por artesanos de Oaxaca con una precisión que solo da la experiencia y el respeto por la tierra. Su forma robusta y armónica se enriquece con tallados profundos: flores, espirales, hojas y patrones que capturan la luz de forma sutil.
El acabado mate contrasta con el cuello y la base, envueltos en fibra natural tejida, lo que le da fuerza, textura y una conexión visual con lo orgánico.
Ideal como pieza decorativa central, este jarrón no solo adorna, sino que transmite presencia. Es barro que no olvida su raíz, pero se viste de elegancia contemporánea.